Quince años atrás, en un pequeño centro de salud con apenas cinco médicos y un puñado de colaboradores, germinó una idea que hoy desafía las reglas del juego: hacer del bienestar un derecho alcanzable.

Al pie de El Ávila en San Bernardino, rodeada de clínicas de larga data, FenixSalud se ha convertido en un referente de atención médica integral, con más de 15.000 m² en funcionamiento y un modelo de atención que ha sabido hacerse espacio en un ecosistema de alta competencia y escasa certidumbre económica. Lo más llamativo, sin embargo, no es la magnitud de su planta física ni el número de especialidades que alberga: es su enfoque.
Su modelo de gestión está centrado en la eficiencia de procesos, la tecnología bien empleada y una estructura de costos que permite sostener precios razonables, no en la rentabilidad por volumen. En un país donde lo médico se ha convertido en sinónimo de inaccesible, esa decisión ha marcado una diferencia.

El artífice de esta visión es Oscar Díaz Santamaría, un industriólogo formado en la UCAB que hizo carrera en el sector bancario y de medios de comunicación antes de liderar esta empresa sanitaria. Su apuesta fue, desde el inicio, audaz: rodearse de expertos, estudiar los modelos más efectivos a nivel internacional y aplicar principios de gerencia moderna en un sector anquilosado por prácticas inerciales.
Díaz Santamaría no romantiza el recorrido. “Entrar al sector salud fue como aprender a nadar en aguas revueltas: intensas, con obstáculos desconocidos, pero en este caso bajo La estrategia del océano azul, un libro que me cambió… creando un mercado nuevo y sin competencia directa, en lugar de competir en mercados saturados. Sí hay una manera de hacer medicina de calidad sin que el acceso sea un privilegio para pocos”, agrega.
Con más de 750 médicos aliados, 440 colaboradores y una red creciente de servicios, FenixSalud cerró el año 2024 con 78.000 atenciones a pacientes, elevando esta cifra a 100.000 en el año 2025. Pero el crecimiento ha venido acompañado de nuevos retos: la capacidad instalada, en especial en servicios críticos, comienza a estar al límite.

La directiva lo sabe y no evade el desafío. Para el cierre de este año se proyecta la ampliación del servicio de Emergencias, con especial énfasis en tiempos de respuesta y protocolos de atención rápida para los casos clínicos que no requieren cirugía. Esta área está equipada con tecnología de punta y personal especializado para ofrecer una respuesta de forma integral.
Adicionalmente, la reciente certificación internacional ISO 9001:2015 obtenida por Fénix Laboratorio (OAVAR), elevó el índice de confiabilidad en los exámenes diagnósticos, marcando un importante hito en el sector.

El camino por delante no es fácil: la inflación, la migración del talento y los constantes cambios regulatorios siguen siendo amenazas reales. Pero si algo ha demostrado esta institución en sus 15 años, es que incluso en el contexto más adverso, hay espacio para innovar… y para resistir con propósito.
Fotografía Cortesía FENIXSALUD





























