La fuente de la juventud está a tus pies

Para mantenernos con vida son fundamentales las células. Estas realizan una variedad de funciones esenciales. El cuerpo está formado por miles de millones de ellas, tan pequeñas que solo se pueden observar a través de un microscopio potente. En su interior se encuentran los cromosomas, que contienen cientos de genes.

En el extremo de estos cromosomas se hallan los telómeros, estructuras similares a los plásticos que protegen las puntas de las trenzas de los zapatos. Estos telómeros son partes del ADN cuya función principal es preservar el material genético que portan los cromosomas.

A medida que las células cumplen sus funciones de dividirse, multiplicarse y regenerar los tejidos y órganos del cuerpo, la longitud de estos telómeros comienza a reducirse. Suelen acortarse tanto que ya no pueden proteger el ADN, y las células dejan de reproducirse, alcanzando un estado de envejecimiento celular. Por lo tanto, se puede decir que los telómeros actúan como una especie de reloj biológico: cuanto más cortos son, más se asocian con la edad avanzada y diversas enfermedades relacionadas con la edad.

12 años menos de envejecimiento

El International Journal of Environmental Research and Public Health, una editorial con sede en Basilea, Suiza, publicó una reciente investigación sobre la relación entre correr y trotar, y la longitud de los telómeros. El estudio utilizó una muestra de más de 40 mil adultos estadounidenses y tomó datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES), que dividió a los participantes en tres categorías según el tiempo semanal dedicado a estas actividades físicas: menos de 10 minutos, entre 10 y 74 minutos, y 75 minutos o más.

Los análisis mostraron que aquellos que corrían o trotaban al menos 75 minutos semanales tenían telómeros significativamente más largos que quienes no lo hacían, con una diferencia biológica equivalente a 12 años menos de envejecimiento celular. Este hallazgo se mantuvo incluso después de ajustar factores demográficos, médicos y de estilo de vida que podrían influir en la relación.

Los resultados sugieren, entonces, que un estilo de vida activo, que incluya ejercicio regular de alta intensidad, como correr o trotar, puede tener un impacto positivo en la salud de los telómeros y, por lo tanto, en el retraso del envejecimiento celular.

Escribe FRINÉ SÁNCHEZ BRANDT

Fotografía: Pexels.com