De patrimonio arquitectónico a un proyecto agrícola, Casa Samambaya revive la tradición del cacao y café venezolano, apostando por la producción nacional y el turismo en el municipio Baruta.
En la avenida principal de Los Guayabitos, en el municipio Baruta, se ubica una joya arquitectónica y natural. Casa Samambaya, con una vista espectacular del imponente Ávila y parte de la ciudad de Caracas y declarada patrimonio arquitectónico en 2014, nos abrió sus puertas para contarnos una historia de legado, tradición y prometedor futuro.
Nos recibió Gonzalo Denis Bulton, arquitecto egresado de la Universidad Central de Venezuela y uno de los dueños de la casa, junto a su socio, Jorge Díaz, quienes nos revelaron los secretos de un proyecto agrícola que apuesta por la producción nacional.
Lo primero que nos explicó Denis Bulton fue que el término Samambaia, escrito con “i”, significa helecho en portugués, una planta que crece con facilidad en las periferias de una casa.
Construida hace seis décadas sobre una propiedad con un siglo de historia, este lugar fue edificado por etapas, ocupado por diversos inquilinos y objeto de numerosas modificaciones. Hoy, bajo la visión de la generación Denis Bulton, se ha convertido en el escenario perfecto para la celebración de eventos como bodas, bautizos, cumpleaños y reuniones corporativas, entre otros.

Más allá de la estructura, la verdadera riqueza reside en sus 20 hectáreas de terreno. Es aquí donde la visión de sus fundadores, Andrés y Alfredo Bulton, se ha transformado en un proyecto agrícola de vanguardia, con siete años de desarrollo. «Empezamos con el papá de Jorge, y ahora él está al mando de toda la parte agrícola», sostuvo Denis.
Por su parte, Díaz nos reveló el alma del proyecto. «Decidimos sembrar cacao porque estas tierras son aptas para ese tipo de cultivo». Esta plantación es un proyecto que Denis se trazó a futuro, ya que con la creación de su empresa de chocolate bean to bar, tiene la idea de que produzca su propia materia prima para la elaboración de chocolate.
La ruta del cacao
Denis y Díaz nos trasladaron hasta la plantación, a la que se llega caminando por un sendero con pronunciadas pendientes. Durante el recorrido, nos explicaron todo el trabajo que rodea este cultivo. Durante una hora, no solo se nos expuso las características de las plantas, sus flores y frutos, sino que también se nos explicó cómo de una semilla de cacao se produce una tableta de chocolate.
Chocolates Río Cacao
En Casa Samambaya se ha acondicionado un espacio para procesar el cacao, con el fin de realizar las pastas de pruebas. No obstante, el chocolate con el que trabaja Río Cacao proviene de su laboratorio en Río Caribe, donde se procesan granos seleccionados de diferentes fincas de la península de Paria.
Gonzalo nos mostró varias de sus barras en distintas presentaciones y enumeró sus ingredientes.»La fórmula de nuestros productos son 75% cacao y 25% de azúcar». Este chocolate no está atemperado, lo que permite ver las partes sólidas de la manteca de cacao separadas del licor. «El atemperado es el proceso para unificar ambos subproductos del grano», explicó Denis y agregó que en el laboratorio de chocolate de Casa Samambaya se lleva a cabo la fase final de Río Cacao: después de atemperar, un proceso que le da quiebre, uniformidad y brillo a la tableta, el chocolate se vierte en moldes y se empaca.


Niyubi Alfonzo es la chocolatier de Río Cacao, la mujer responsable de elaborar la mezcla de cacao y azúcar que traen de Río Caribe. «Nosotros tenemos seis presentaciones bean to bar, que son chocolates que elaboramos desde la semilla del cacao con azúcar, sin agregar ningún otro ingrediente ni conservante. Son chocolates de alta pureza», explicó.
«Tenemos nuestra barra origen, que es solo cacao y azúcar; la tableta con sal que se le agrega por encima; con nibs, que es cacao tostado troceado en pequeños tamaños, y que su incorporación a la tableta le da un mayor sabor a cacao; la barra con café, que incorporamos colado para lograr mayor sedosidad en boca; la de semilla de sarrapia, que introducimos abierta longitudinalmente a la masa de chocolate por varios días para que absorba su esencia; y la de naranja-mandarina, a la que le incrustamos la piel de ambas frutas deshidratadas y pulverizadas para que el chocolate adhiera el sabor».
Alfonzo describió un nuevo producto de Río Cacao: el Pariaonone, un chocolate con leche con incrustaciones de turrón, caramelo, merey, sal y naranja, que puede ser objeto de una versión del tradicional juego de pares o nones.

Retos y triunfos
Jorge Díaz explica que el proyecto de cacao, iniciado en 2017 con el acondicionamiento del terreno y la siembra de las primeras plantas en 2019, ha enfrentado obstáculos. «Hemos tenido retos debido al clima, que no es el más propicio para el cacao a esta altitud», admitió. Sin embargo, su filosofía es clara: «En Samambaya lo imposible no existe. Si hacemos todo con dedicación y cariño, siempre vamos a salir adelante».
Los problemas han sido diversos, desde plagas como los bachacos hasta la amenaza de los pájaros carpinteros. Para estos últimos, la solución fue tan ingeniosa como simple: colgar CDs en las plantas para ahuyentarlos con el reflejo de la luz. Las ardillas, amantes del cacao, también encontraron su distracción. «Sembré cambures para que coman cambures y no el cacao», cuenta Gonzalo.
Un futuro con aroma a café
El próximo gran paso para Samambaya es la expansión de su producción de café. Gonzalo Denis Bulton, ya en sociedad con Jorge, anunció el ambicioso plan de sembrar entre 20 y 30 mil plantas de la genética Monteclaro. «Ya tenemos las primeras plantas sembradas, y en el vivero están naciendo 9 mil más que irán a la tierra», detalló.
Además de la agricultura, Samambaya se está transformando en un destino de hospedaje. «Estamos aumentando la cantidad de habitaciones», dice Gonzalo, y destaca un reto aún mayor: «Proteger esta montaña, porque es patrimonio natural de la ciudad de Caracas que debemos resguardar».
Con un equipo de aproximadamente 25 personas trabajando en el proyecto, Denis y Díaz transmiten un mensaje de esperanza y convicción. «Aunque estemos en esta Venezuela difícil para todos, es una Venezuela que queremos seguir impulsando, porque creemos en este país», expresa Gonzalo. «Creemos en los venezolanos, en todo lo que hacemos… ese es nuestro futuro».
Jorge Díaz se suma al sentimiento, invitando a todos a descubrir el lugar. «Vengan a conocer Casa Samambaya y disfruten de este maravilloso paisaje. Se los digo yo que he vivido aquí, no cambiaría este espacio por nada». En Casa Samambaya, el futuro se cultiva con dedicación y se respira en cada rincón.
https://youtu.be/oUtNazpx–I?feature=shared
Escribe LISBETH PADILLA
Fotografía CORTESIA CASA SAMAMBAYA